Extraño el espacio, sí.
Como extraño otras cosas también.
Pero es que el espacio no sólo es el espacio; no sólo e slo que rodea, si no cómo lo rodea.
Y a mí me falta el cómo.
Pero no salen las palabras adecuadas; no hay correlación: mente-palabra-expresión.
Algo se quiebra y sólo se queda en lo primero; ya no quiere llegar a lo tercero.
Nomás no.
Y como cuando no sé que más poner/decir/pendejear… podría hacer referencia a una pendejada, que ésas me las topo a borbotones: en el trabajo, cuando camino, etc. Pensando que pendejada con pendejada se cura.
Pero como de pendejadas está construido el mundo, pues simplemente no vale la pena.
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Bis bald.
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Se me hace que son tantos cambios.
Tantos roces.
Sí, las válvulas de escape adquieren formas insospechadas, sólo que por estos momentos el ciberespacio ha quedado corto.
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Y para no oxidarme… unas palabrillas que tomo prestadas:
“y la musica que suena la va a influenciar
después sus orgasmos musicales con ella tendrán que ver
y la musica que suena supapilapuso
supapilapuso
supapilapuso

supapilapuso
supapilapu
supapila
supapi
supa
su
su
su
su
sususususususuususussusu”

(la canción se llama Supapilapuso, de Javiera Mena)
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Y me voy y me quedo con ganas de ir al festival de cine de Morelia y al acl.
Buuu. pero venga barcelona.
barcelona rima con muchas cosas... los reto!!


Tan.tan:
Se siente bien pinche raro poner un post después de tanto.
Malditos wormholes.